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Con el apoyo de Codelco Andina, la Escuela Básica Río Blanco invitó a los padres a ser parte del proyecto educativo FOSILA, para que compartan la pasión por la música junto a sus hijos.

A 35 kilómetros de la ciudad de Los Andes, entre vientos, naturaleza y montañas, se encuentra la Escuela Básica Río Blanco. Un lugar en el que los niños y niñas de la localidad dan sus primeros pasos en su formación académica y que
hoy, con el apoyo de Codelco Andina, da vida a la primera orquesta sinfónica de cuerdas del Camino Internacional.

Es un día nublado de octubre, pero la sonrisa de los niños ilumina los rincones del establecimiento. En manos de sus padres, cerca de 30 estudiantes recibieron sus primeros instrumentos para conformar FOSILA Río Blanco e iniciar esta travesía en el mundo de la música.

El director, Claudio Sepúlveda, invitó a los apoderados a ser parte de esta iniciativa, para que todos se sientan parte de este nuevo paso en el aprendizaje y formación de los pequeños.

«La Orquesta Sinfónica Infantil de Río Blanco es una actividad que les va a cambiar la vida, que les va a dar nuevos horizontes, que los va hacer cambiar la cosmovisión que tienen del mundo a través de la música. Queremos que los apoderados sean parte de este nuevo comienzo para que apoyen a sus hijos con las artes».

Una historia Familiar

Entre la multitud se encontraba Eugenio Aguayo, quien emocionado abrazó a sus tres hijos: Antonia, de 8vo básico; Alfonso, Sto básico; y Andrés, 3ro básico. Eugenio recuerda cuando le enseñó a su hija mayor a tocar guitarra a los ocho años y se enorgullece al ver que ella ha elegido pulir su talento a través del violín.

Antonia es una niña de 13 años, alegre, inquieta y risueña.
Decidió aprender a tocar el instrumento de cuerda junto a sus compañeros por curiosidad y terminó enamorándose del sonido y la técnica. «Estoy feliz de que FOSILA esté en el colegio. Lo bueno es que me permite pensar y aprender otras cosas».

Eugenio asegura que esta iniciativa le ha permitido encontrar un nuevo punto en común junto a sus tres hijos: la música. «Para nosotros como papás es bastante lindo, motivo de orgullo y de agradecimiento por las personas y organizaciones que hacen esto posible.